Lleva los ojos descalzos.
La voluntad de comprender cuando camina.
Lleva los ojos descalzos y la vida le va lenta, locamente.
La piedra gris y pulida refleja un sol marginado.
Los metales van rodando, parecen estar calzados de esa ausencia de calzada de las carreteras.
El físico tan grande…torso desnudo; la pureza pálida de acercarse, lapicera en mano, sin consistencia, augurio de su propio tiempo, a escribir, como quien reza, a escribir, como quien muere, sobre la línea blanca del asfalto, sin haber pretendido jamás ser poeta.
Sólo para decirles a las cosas lo verdadero del arte, la vida que cosecha, que hasta de lo negro cosecha.
-Acercarte, viejo. Pero no demasiado.
Que hay demasiado espinar.
Una lapicera roja se desliza por línea blanca hasta otra infinitud algo más vieja y nueva que otra.
Eso es normal, habitual, habitable.
-Pedí por no morir, viejo. Pero no demasiado.
Que hay demasiado espinar.
Otra vez talento es la principal mentira.

Ramiro Guzmán
eoesesproducciones@gmail.com
Uruguay
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